domingo, 3 de abril de 2016

Aromali Bari Café





Hace algunos meses comenzamos una búsqueda de cafeterías a lo largo del área metropolitana, esto tanto con el fin de conocer más lugares como de aprender más sobre la cultura del café. Dentro de esta constante búsqueda me topé con una cafetería que lucía muy prometedora, así que decidí llevar de sorpresa a Alondra.
 Esta cafetería se llama Aromali Bari Café, y esta ubicada en Punto Be (Direccion: Av. Juárez #201, Col. Privadas de Anáhuac, Sector Irlandés, 66059 General Escobedo, Nuevo León).

Sólo le había comentado que la llevaría a una cafetería, mas no le comenté nada acerca del lugar, ni sobre el ambiente, ni el estilo de café. También sería mi primera visita, y no tenía grandes expectativas. La opción me pareció por momentos una mala elección, su página de facebook no mostraba a detalle cuestiones sobre el café, como los métodos que tenían, o las opciones de bebidas que tenían; aunque si había algo claro era el menú de los postres con que cuentan.









Al llegar ahí el café lucía como un lugar claramente enfocado en su ambiente (lo cual es algo relativamente común, las cafeterías procuran más la imagen que reflejan que la calidad del café que ofrecen, esto debido debido a la poca cultura del café que impera en la ciudad). Ciertamente el lugar tiene un ambiente particular, aparenta ser pequeño, pero en realidad es grande con un ambiente acogedor.
Sin embargo, en este momento me arrepiento de haber prejuzgado de tal manera este lugar. Desde el momento en el que uno conoce al barista, se puede dar cuenta de su pasión y amplio conocimiento del café con el que cuenta, incluso notó nuestro gusto por esta bebida.





Antes de ordenar cualquier cosa, dedicamos unos minutos a observar el lugar, tenían distintas infografías del café. En la pared del  lado izquierdo se encuentra mapamundi con el cinturón del café marcado, así como los países de mayor producción en el mundo. En la pared de la derecha se pueden observar distintas ilustraciones respecto al proceso del café, desde los cafetales, el árbol y el grano de café, hasta las distintas cafeteras  que existen.




Luego de esto, nos decidimos por pedir algo. Alondra optó por un cappuccino, yo decidí tomar un sifón, algo nuevo también. Cuando vamos a una cafetería nueva solemos pedir cappuccino o lattes, dejando los métodos artesanales para las cafeterías que conocemos bien, en las que sabemos que cuidan bien el grano que usan, tanto en calidad pero sobretodo en frescura. 



Le dije al barista que si podía observar cómo lo hacía, me dijo que sí con algo de gusto; mientras lo preparaba, nos mostraba las distintas partes de la cafetera y una breve comparación con otros métodos.  
Pedimos un pay de limón para acompañar. 

Ambos cafés tenían un delicioso sabor, el cappuccino, preparado con un grano de Veracruz recientemente tostado, y el sifón, por sugerencia del barista, con grano márago. Hicieron un art-latte muy sencillo pero bonito en el cappuccino, y su sabor, aun con la leche, podía percibirse muy bien. El sifón presentaba cierta acidez, sin embargo era mínima, y debido al método de extracción se percibían más sabores dulces. El pay estaba delicioso, y tenía una consistencia muy intermedia entre un flan y un queso crema.

Nos comentaron sobre un pequeño curso y una cata de café, así que decidimos que volveríamos pronto. De esto escribiré en la próxima entrada.

Sergio




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